lunes, 5 de enero de 2015

Estados transparentes


La certidumbre llega como un deslumbramiento.
Se vive por instantes de luz. O de tiniebla. 
Lo demás son las horas, los telones de fondo, el gris para el contraste.
Lo demás es la nada.
Es un momento. El cuerpo se deshabita y deja 
de ser la transparencia con que se ve a si mismo.
Se incorpora a las cosas; se hace materia ajena
y podemos sentirlo desde un lugar remoto.

Rafael Guillén