Krzysztof Pruszkowski
Aquello.
No eso.
Ni-mucho menos-esto.
Nunca llamado, nunca esperado siquiera.
Solo presencia que no ocupa espacio, sombra o luz al borde de mi mismo que ni el viento arrebata, ni la lluvia disuelve, ni la noche apaga.
Tenue cabo de brisa que me ataba a la vida dulcemente.
Aquello que quizá hubiese sido posible,
que sería posible todavía hoy o mañana si no fuese un sueño.