Pensé que Argos y yo participábamos de universos distintos; pensé que nuestras percepciones eran iguales, pero que Argos las combianaba de otra manera y construía con ellas otros objetos, pensé que acaso no había objetos para él, sino un vertiginoso y contínuo juego de impresioens brevísimas. Pensé en un mundo sin memoria, sin tiempo...
Así fueron muriendo los días...pero algo parecido a la felicidad ocurrió una mañana.
Llovió, con lentitud poderosa. (Borges)
No hay comentarios:
Publicar un comentario