Pero a veces me hastía mi existencia. Ya no quisiera ese flotar eterno, quisiera sentir un peso que anulara en mí lo ilimitado y me atara a la tierra. Poder, a cada paso, a cada golpe de viento, decir: “ahora” y… “ahora” y “ahora”. Y no más “desde siempre” y “para siempre”. Tomar el asiento libre en una partida de cartas, ser saludado, aunque sólo sea con un gesto. Siempre que he participado ha sido sólo en apariencia.
Tener fiebre, tener los dedos negros de leer el periódico, fascinarse no sólo por el espíritu sino, al fin, por una comida, por una curva de una nuca, por una oreja. ¡Mentir como respirar! Sentir al andar que tu esqueleto anda contigo. Intuir, por fin, en lugar de saberlo todo. ¡Ser un salvaje! O sentir al fin lo que es quitarse los zapatos debajo de la mesa y estirar los dedos de los pies, así descalzo. ¡Quedarse solo! ¡Dejar que las cosas ocurran!, permanecer serio...conquistar por mí mismo una historia mía, lo que mi atemporal mirar abajo me ha enseñado, transformarlo para sostener una mirada repentina, un grito breve, un olor acre. He estado fuera el suficiente tiempo, suficiente tiempo ausente, bastante tiempo fuera del mundo...
Me ha recordado a esta canción, la letra es una joya
ResponderEliminarhttp://www.youtube.com/watch?v=JlPda0QyRLI
te recuerdo consumida,¿dónde estarás ahora?
EliminarCADA DÍA TE MORÍAS IMAGINANDO HISTORIAS
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